Olga Arisó Sinués (Cap de Departament de Promoció dels Drets de les Dones i LGTBI Drets de Ciutadania, Cultura, Participació i Transparència. Ajuntament de Barcelona )
A finales del siglo XX, gracias a la lucha de los movimientos feministas, asociaciones de mujeres de diferentes barrios de Barcelona iniciaron la denuncia sistemática de una forma de violencia que durante siglos había quedado relegada al ámbito privado: aquella violencia vivida por las mujeres a manos de sus parejas y ex-parejas. Una forma de violencia que comenzaba a ser identificada como manifestación de las relaciones de abuso y de poder de los hombres hacia las mujeres, y que situaba las mujeres en el lugar de la subordinación.
En aquellos años, las administraciones públicas apenas empezaban a articular programas de prevención y atención de la violencia machista (con profesionales comprometidas), ante la exigencia de grupos y asociaciones de mujeres de la ciudad.
Es en este contexto que, en el año 2000, vio la luz la guía “La pesadilla de Cenicienta: apuntes para despertar y salir del cuento”, dentro de un conjunto de acciones de sensibilización y atención contra la violencia doméstica, impulsadas por el Distrito de 'Horta-Guinardó.
Se trataba de uno de los primeros materiales de prevención de la violencia hacia las mujeres en la ciudad. La guía recogía la voz de mujeres de diferentes barrios del distrito que habían vivido situaciones de violencia, y que, con sus experiencias, nos daban elementos para identificala y afrontarla. Con la voluntad de denunciar los estereotipos sociales que situaban las mujeres en el lugar de la desigualdad y fundamentaban la violencia, e incidir en la construcción de nuevos imaginarios colectivos, el relato incluía una reinterpretación del cuento de Cenicienta, de la autora Nunila López Salamero, con ilustraciones de la escultora Marisa Ordóñez.
Dos años después, la creadora Marisa Ordóñez, entendiendo una vez más el arte como herramienta de transformación social, dio vida a un conjunto de esculturas que recreaban su vivencia en la elaboración de la guía y nos regalaba a las mujeres de la ciudad una escultura maravillosa, la pesadilla de Cenicienta, situada desde hace diez años en la Biblioteca de Can Mariner, como símbolo del compromiso y la lucha compartida de las mujeres en la erradicación de la violencia machista.
En los últimos veinte años el compromiso individual y colectivo de personas como Marisa Ordóñez, ha hecho posible la identificación y el rechazo social, de la violencia de género en todas sus formas. Así lo pudimos comprobar el 8 de marzo de 2018, en que mujeres de todas las generaciones tomaron las calles de las ciudades de todo el mundo, diciendo basta a siglos de violencias y desigualdades.
Este 25 de noviembre, Marisa Ordóñez nos vuelve a regalar la presente exposición, haciendo una relectura de la guía y de la violencia machista, en un contexto en el que, a pesar de los avances sociales y legislativos, seguimos enterándonos, día tras día, de miles de feminicidios en todo el mundo.
Es por ello que Marisa nos recuerda que la lucha por el derecho de las mujeres a vivir libres continúa.